Y cuando todo el mundo se iba
y nos quedábamos los dos
entre vasos vacíos y ceniceros sucios,
qué hermoso era saber que estabas
ahí como un remanso,
sola conmigo al borde de la noche,
y que durabas, eras más que el tiempo,
eras la que no se iba
porque una misma almohada
y una misma tibieza
iba a llamarnos otra vez
a despertar al nuevo día,
juntos, riendo, despeinados.
"Los recuerdos no pueblan nuestra soledad, como suele decirse; antes al contrario, la hacen más profunda".
Gustave Flaubert
This entry was posted
on viernes, 22 de diciembre de 2006
at 5:55
. You can follow any responses to this entry through the
comments feed
.
4 Ya... y? Opiniones varias
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
23 de enero de 2008, 23:13
"Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.
No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo...
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes"
Despedida, J.L. Borges.
qué divertido, cualquiera se siente interpretado/a e interpelado/a. cualquiera de nosotras... todas íbamos a ser reinas...
jajaja
palabras,
palabras,
"poesía poesía
como si en Chile no ocurriera nada!"
Siempre tuya, como todas, como cualquiera...
24 de enero de 2008, 6:45
se me quedó colgando de los dedos una pregunta: Sr.P.T, ¿está censurando comentarios?
na que'er...
24 de enero de 2008, 7:06