...El silencio espeso rodeó todo el paisaje que alcanzaban los ojos, cubrió de un manto sordo, parecido a un soplido de presión en los oídos, ese ruido singular alteró todos los sentidos, las manos temblorosas abarrotadas de hormigas invisibles e incómodas, los aromas desaparecieron en ese instante, como un espacio sin tiempo, más que realidad parecía un recuerdo que carecía de formas, ruidos, sonidos, sabores y lleno de sinsabores, los pasos eran pesados, más que por peso propio por la densa capa silente que todo cubría, un silencio abrumador y ya a esta altura incómodo, molesto, se hizo insoportable e insostenible para la resistencia mental...
Salió corriendo por la puerta y bajó raudo las escaleras, lo que vio después es algo que quiere sacar de sus "videos mentales" y borrarlo, pero no puede, la imagen del mejor amigo tendido, ensangrentado y sin movimientos de ningún tipo le heló la sangre, el tiempo alrededor corría en cámara lenta, el semblante lleno de risa en el amigo le daba una sensación de paz y calma, cosa que en sus alterados sentidos se traducían en muerte, entre sus brazos y como muchas veces lo vio en las películas o leyó en alguna novela un ser amado moría en sus brazos...
Todas las mariposas de la estación anidaron en su estómago, una plaga de termitas en su cerebro no lo dejaban pensar con claridad, la gente alrededor actuando con total normalidad, sin desesperación, sin la premisa mortal que rondaba en su mente, las luces y el sonido de las radios comenzaron a diluir el manto silencioso y comenzaron a alejar a la muerte hacia un lugar más adecuado y no en aquella vereda donde se hubiese llevado una y media almas, los sonidos comenzaron a parecer más agradables que nunca, el tacto volvió, las mariposas del estómago echaron a volar lejos, aparecieron nuevamente los aromas, a cada momento las luces de la ciudad testigo impávida le devolvían la calma y la tranquilidad.
Después de un par de horas, la luz del nuevo día ya lo había dejado de vuelta con sus sentidos y a su hermano fuera de peligro y de alta, pronto ya estaban riendo juntos, de cualquier estupidez, pero seguían juntos.
Lo único que no se ha podido poner de vuelta, es que en los momentos de nada pensar, su cabeza se llena de esas imágenes macabras que lo tocó ver, y las termitas de su carcomido cerebro vuelven a recordarle el maldito episodio, las supuestas responsabilidades compartidas y la irresponsabilidad con la cual les pudo costar la vida de su mejor amigo y de él.
En cierta regularidad se pregunta "Debió pasar eso? o Era necesario que pasara algo así para reaccionar?, Debo preguntarme?,etc", son muchas preguntas y nadie parece tener respuestas, solo espera nunca más tener una experiencia ni siquiera similar y para evitarlas tratará de mejorar su irresponsabilidad con su integridad física y mental para con él y los que lo rodean, ya que ellos son principalmente los que salen más afectados cuando incidentes completamente evitables como aquel suceden...